el suicida se coloca debajo del puente con gran concentración y seguro de lo que está haciendo. Cuando se siente preparado, pega un salto hacia arriba con los ojos cerrados hasta llegar al borde del puente. El salto ha de ser espectacular para el suicida aunque nada más se levante unos palmos del suelo. El suicidio es interior, y una vez suicidado puede volver a su vida y comenzarla de nuevo y nadie tiene que recoger las vísceras aplastadas que caen bajo los puentes.
a XY
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