a los que orbitan

un proyecto en forma de libro... una selección de textos agrupados... e ilustrados...
el desorden de un blog... las órbitas paralelas...
a los que orbitan...

estudio onírico en diez etapas: 3

cielosueño de iván

3. soñar con el pasado engorda.
Hay un camino por el que echas a correr: subes una cuesta, subes unas escaleras, pasas una fuente redonda, sigues por una carretera, giras a la izquierda, subes más escaleras, rodeas un antiguo palacio, giras a la izquierda, sigues subiendo, atraviesas un parque, giras a la izquierda, rodeas un estadio, giras a la derecha, cruzas una carretera llena de aprendices de conductor que siempre te ceden el paso, subes una cuesta de cemento, vuelves a girar y ahí está tu camino de tierra por el que das zancadas larguísimas con cuidado de no torcerte un tobillo con las líneas de adoquín que estructuran el terreno cada tres zancadas largas o cuatro normales.
Te paras a mirar las bolitas resinosas de los pinos. Te paras a mirar la basura que alguien no quiso recoger. Saludas a la señora maquillada del perro enano que se ríe de algo que oye en sus auriculares. Vuelves a echar a correr. Quieres que ese camino sea sólo tuyo esta vez, quieres pretender que no hay nadie más en él. Vuelves sobre tus pasos y empiezas de nuevo. Piensas: “Si no me encuentro con nadie esta vez…”… No hay continuación de tu deseo. Tienes miedo de desear así que echas a correr con los puntos suspensivos detrás de los talones que te acompañan durante todas las zancadas.
El camino se acaba y no te cruzas con nadie. “La próxima vez…”… Te falta la respiración que te dé el aliento para articular el final de tu deseo. Te da miedo desear. Ahora también tienes miedo de morir de agotamiento. Te tumbas sobre la hierba del parque del final del camino. La hierba es larga y te entra por debajo del pantalón, en los tobillos, en los riñones, en la nuca. Miras las nubes. Se mueven. Cierras los ojos. Se mueren.
No quieres deshacer tu camino de tierra. Tomas otra ruta inversa que te lleva a lo alto de tu castillo y devoras todo lo que tienes en la nevera. Corres para olvidar que sueñas con el pasado. Comes para olvidar que corres para olvidar.

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