"Pero la luna emergió de las ramas negras y angulares, una luna redonda y llena, una viva confirmación de la victoria, y cuando Luzhin finalmente abandonó el balcón y volvió a su habitación, en el suelo se había formado un enorme cuadro de luz lunar, y en esa luz destacaba su propia sombra".
La Defensa (1930) | Vladimir Nabokov
La Defensa (1930) | Vladimir Nabokov
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